clase de religión

domingo, 9 de enero de 2022

COMPARTIR TE ALEGRA EL CORAZÓN


 

Compartir puede parecer a simple vista un acto cualquiera, uno vacío o hasta «obvio». Pero esta muestra de amor y caridad, puede cambiarnos la vida sin que nos demos cuenta.

Puede ayudarnos a entender que un gesto pequeño genera un gran impacto no solo en nuestra vida, sino en la de los demás.

El corto animado que comparto  se llama «Inseparable», y narra la historia de dos niños que se hicieron amigos gracias a este gesto, el de compartir.

¿Qué estoy dispuesto a darle a los demás?, ¿comparto en el transcurso del día aunque sea una sonrisa con los que tengo cerca?

¿Me considero una persona amplia, sencilla y servicial?, ¿cuándo fue la última vez que compartí algo con agrado y sin esperar nada a cambio?

Cuando pensamos en la palabra «compartir», muchas veces nos viene a la mente algo material, ¡qué está genial! Poder sorprender a otra persona con cosas tangibles nos brinda una sensación hermosa en el corazón.

Pero qué tal si nos esforzamos más en compartir noticias buenas, abrazos, besos, tiempo. Un «te amo» o un «te echo de menos».

Cuando nos veamos a nosotros mismos y no sepamos qué compartir, pensamos en todas las cosas sencillas que podemos ofrecer.

En las sonrisas, los halagos, en un buen agradecimiento, en pronunciar la palabra «perdón».

Para mí el trozo más pequeño y para ti el más grande

Cuando hay que compartir algún pastel, chocolate o dulce, siempre le digo a mi hijo: «Si eres tú el que parte, dale al otro el trozo más grande».

La primera vez me abrió los ojos como platos y me dijo ¡pero mamá, yo quiero el más grande, por qué se lo tendría que dar al otro! Y le dije, porque lo que sientes en el corazón cuando lo haces no tiene precio y además, ¡se lo puedes ofrecer a Dios!

https://catholic-link.com/compartir-corazon-alma-corto-animado/