Érase una vez... El hombre y la hormiga

EL HOMBRE Y LA HORMIGA
Se fue a pique un 
día un navío con todo y sus pasajeros, y un hombre, testigo del 
naufragio, decía que no eran correctas las decisiones de los dioses, 
puesto que, por castigar a un solo impío, habían condenado también a 
muchos otros inocentes.
Mientras seguía su 
discurso, sentado en un sitio plagado de hormigas, una de ellas lo 
mordió, y entonces, para vengarse, las aplastó a todas.
Se le apareció al momento Hermes, y golpeándole con su caduceo, le dijo:
- Aceptarás ahora que nosotros juzgamos a los hombres del mismo modo que tu juzgas a las hormigas.
Moraleja: Antes de juzgar el actuar ajeno, juzga primero el tuyo.
Autor del cuento: Fábula de Esopo