En este cuento los protagonistas son las emociones. Todas las emociones son necesarias. Si reprimimos las emociones, si no las sabemos identificar y expresarlas, si las evitamos, sólo vamos a conseguir generar malestar e incluso intensificarlas; la tristeza se puede convertir en depresión, el miedo en ansiedad,...
Ayudemos a los niños a expresar cómo se sienten, vamos a animarlos a contar sus miedos para superarlos, vamos a abrazarlos si están tristes y vamos a escucharlos. Nunca hay que menospreciar las emociones de los niños.